sábado, 17 de octubre de 2020

Una conversación reveladora con N, amiga mía y enferma de Parkinson



"Una conversación reveladora con N, amiga mía y enferma de Parkinson.
(¿ocurrida en 2012-14?, revisada en 2020)

"Nada en la vida es para ser temido,
es sólo para ser entendido.
Ahora es el momento de entender más,
para que temamos menos".
Marie Curie

 


Una amiga en común me explicó por teléfono y de forma resumida el caso de N y me invitó a tomar café a su casa y a hablar con ella, pues le habían diagnosticado la enfermedad de Parkinson tiempo atrás y se encontraba muy preocupada y deprimida.

Tímida y retraída, me saludó con bastante frialdad. Nos sentamos y hablamos de algunos temas irrelevantes para aliviar la tensión. Pensé que primero debía ganarme su confianza.

N. era funcionaria jubilada, de unos 70 años,

Ante todo le dejé claro que yo no era médico y que lo que le iba a contar era fruto de mi experiencia como cuidador durante los últimos 10 años de vida de mi padre. Le fui hablando del trauma del diagnóstico, del miedo al futuro, a perder el trabajo, la familia y los amigos, de la falta de empatía con su médico, etc.; y ella iba asintiendo a casi todas estas cosas que le mencionaba. Las reconocía como propias.

Le conté el caso de "curación" de una mujer llamada "Fátima" en un libro del neurólogo Dr. Rafael González Maldonado (que habíamos tomado como un caso real, siendo en realidad una reconstrucción ficticia de varios casos clínicos), el caso del Dr. Mark Peter Hurni, supuestos casos de "autocuración" (Annetta Freeman, Howard Shifke, John Pepper), la cinesia paradójica, la asombrosa mejora momentánea de la salud de mi padre durante unos minutos en 2010, la esperanza producida por los cientos de millones de dólares que la Fundación Michael J. Fox recaudó para estudios de investigación, los espectaculares videos de los doctores Birkmayer y Permultter, el video de las gafas azules para controlar las terribles disquinesias causadas por la medicación en un paciente, etc.

Una de las veces que nuestra amiga y anfitriona salió del salón para traer algo de la cocina, le dije que había muchos motivos para la esperanza, que le imprimiría los estudios científicos que quisiera y le enseñaría los videos de aquellos famosos neurólogos con los resultados espectaculares (Perlmutter con el glutatión intravenoso y Birkmayer con el NADH intravenoso).

Se echó a llorar.

Imagino que la visión de todo aquello, desconocido hasta ese momento, fue difícil de soportar emocionalmente.

Le hablé del caso de "curación" de una mujer llamada "Fátima" en el libro del Dr. González Maldonado (que habíamos tomado como un caso real, siendo en realidad una reconstrucción novelada a partir de varios casos clínicos), del caso del Dr. Mark Peter Hurni, de los supuestos casos de "autocuración" (Annetta Freeman, Howard Shifke, John Pepper), de los de cinesia paradójica, de la asombrosa mejoría momentánea de mi padre durante unos minutos en 2010, de la esperanza que suponían los cientos de millones de dólares que recaudaba para investigación la Fundación de Michael J. Fox, de los videos espectaculares de los doctores Birkmayer y Permultter, del video de las gafas azules para controlar las terribles disquinesias causadas por la medicación en un enfermo, etc.

Le expliqué lo perdidos y confusos que estuvimos mi padre y yo tantos años, que había una Neurología oficial, ortodoxa, que había avanzado mucho, pero no lo suficiente para enfermos y familiares (así lo sentíamos mi padre y yo, también muchos otros con los que hablamos), pero que había otra Neurología tan científica o más que la anterior, pero que buscaba otros caminos. A veces el mismo neurólogo había pasado por dos fases, como Birkmayer, unos de los padres del uso de la levodopa primero, y más tarde uno de los mayores "herejes" del mundo del Parkinson al proponer el NADH (una forma de la vitamina B3) como alternativa a la casi sagrada "Levodopa". Esta "otra Neurología" permanecía fuera de los canales oficiales porque, en nuestra opinión, aún no se le había permitido mostrar sus resultados en la clínica diaria.

Le recomendé que comprase los dos libros del Dr. González Maldonado e incluso que fuese a su consulta en Granada (España), si le era posible.


Le dije que la Genética, los medicamentos y la cirugía tenían sus limitaciones, le hablé de la importancia de los alimentos "antiparkinsonianos", de la importancia del Sol y la vitamina D, implicada en 33 enfermedades y miles de genes, de la necesidad de una actividad física lo más intensa posible aprobada por su neurólogo y adaptada a sus circunstancias personales, cambiar las emociones, reir, llorar, enfadarse, ponerse música a lo largo del día ... que imaginase una balanza con un platillo positivo y otro negativo. En el primero debía acumular todos los factores contra el Parkinson que pudiese. En el segundo, ir eliminando de su vida todos los posibles factores que se cree que pueden favorecer la enfermedad. Decenas, cientos. Y consultar todo, siempre con su neurólogo. Si no le perjudicaba, adelante. Con prudencia, pero con tenacidad.

La despedida fue muy diferente a lo ocurrido apenas una hora y media antes.
Me abrazó y me dió dos besos. Y me dijo al oído: "Muchas gracias, me has devuelto las ganas de vivir y de luchar".

Ahora N. temblaba mucho menos, su rostro era más expresivo y sonreía.


Aquella fue una de las experiencias más enriquecedoras vividas en estos
últimos años».

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Nota en octubre de 2020:
Antes re-publicar este texto, escrito en algún momento entre 2012 y 2014, he tenido sentimientos encontrados. Por una parte, tristeza y rabia por no haber sabido más entonces para poder ayudarla más. Y por otra, una profunda alegría, al comprobar que los años de esfuerzo y las miles de horas dedicadas a buscar y leer, a compartir y enriquecerme en el chat de nuestra comunidad, han dado fruto: ahora sabemos cien veces mas que hace 6 o 7 años.

martes, 13 de octubre de 2020

Carta desde el futuro para mí mismo en 1994, cuando le diagnosticaron Parkinson a mi padre hace 26 años.


Carta desde el futuro (2020) para mí mismo en 1994...


 

(Última aparición pública de Karol Wojtila o Juan Pablo II en 2005. Un fuerte shock para mi padre comprobar que no había nada poderoso realmente contra el Parkinson...)




    (Demasiados obstáculos ajenos a la Ciencia).

 



(Una forma diferente de exponer lo que me han enseñado Dios, la vida, los sabios neurocientíficos, mi padre y los demás enfermos y cuidadores en 26 años -entre 1994 y 2020- ).

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"Jesús, ya sabes que a papá le han diagnosticado Parkinson. No te asustes. Pero no te confíes. La levodopa no es perfecta. Ya sé que aún no sabes ni lo que es el Parkinson ni lo que es la levodopa. Ya tendrás tiempo de enterarte bien en 18 años…

Papá tiene todavía una edad buena (54 años). El cuerpo está en buen estado. Además, aún no ha tomado medicación, sobre todo levodopa. Puede tomar proteínas sin limitaciones: yema de huevo, sardinas, aguacate… Sí, un huevo diario.

Ya sabes que no soy médico y que legalmente no puedo aconsejarte nada. Así que me limitaré a decirte lo que yo haría en tu caso, lo cual resulta redundante. Como dos amigos o dos hermanos tomando café. O uno mismo, hablando solo delante de una tacita.

En primer lugar, no sabemos realmente si tiene Parkinson, porque la Fundación Michael J Fox -ya sabes, el famoso actor que acaba de reconocer en público que padece Parkinson en una entrevista en la tele-, que se creará dentro de 6 años reconocerá un 25 % de error diagnóstico en las etapas iniciales. Y sospecho que pueda ser más. De todas formas, la medidas a tomar son prácticamente las mismas. Algo va mal y la prudencia exige abarcar todas las posibilidades. Esto nos lo permiten ciertos alimentos y suplementos.

En segundo lugar, una pregunta: ¿cuál crees que es la causa principal de su enfermedad? No es necesario que me lo digas. Basta con que él lo sepa. Pregúntale.

Los tres elementos claves para su caso, en mi opinión son:

1 - Vitamina B6 (piridoxina), esencial para producir dopamina a partir de la dopa y para mil cosas más. El fosfato de piridoxal (su forma activa) es la coenzima más eficiente de la Naturaleza (la B2 y la C hacen falta para activar la B6). La fuentes para comenzar pueden ser levadura de cerveza (comprimidos marca Santiveri) y pistachos (unos 50 contienen 0.5 mg). Le van a prohibir cualquier rastro de esta vitamina, pero no les hagas mucho caso. No se han leído bien el prospecto de Sinemet o Madopar. Aún viven en el mundo de antes de 1975.

2 - Magnesio, muy deficitario en las dietas actuales y neuroprotector, regulador del estrés, del impulso muscular y nervioso, necesario para la síntesis del glutatión, para los genes, para casi todo. Necesita la B6 para llegar al interior de la neurona.

Las fuentes pueden ser los pistachos de antes y una ensalada con mucho verde cada día (el magnesio es el corazón de la clorofila).

3 - Vitamina C, vale para todo, como el magnesio y la B6. Protege el cerebro de la oxidación, el hígado y la integridad de la barrera hematoencefálica, etc.

Abarcan todo el espectro de posibles causas del Parkinson, aunque haya otros más especializados: B2 para la movilidad, omega 3 y cúrcuma para la depresión, cardo mariano o alcachofas para el hígado, melatonina para el sueño, carbonato de magnesio como laxante, B12 para el equlibrio, etc.

Hacer ejercicio físico y la vitamina D de tomar el Sol (y de añadir un suplemento de vitamina D3) son ESENCIALES. Frenan la enfermedad. Todavía faltan unos años, pero Oguh en 2014 demostrará que el ejercicio físico frena la enfermedad y Suzuki en 2013 para la D3 (1200 UI al día como mínimo).

La actitud mental es muy importante en el Parkinson: el efecto placebo puede llegar a ser de un 30 % o más de mejora motora en los que esperan la levodopa y reciben sólo azúcar en los estudios (el famoso placebo).

Otro de los pilares es controlar la neurotóxica homocisteína: Ahlskog recomienda en sus libros 25 mg de B6, 2´5 mg de B9 y 2 mg (2000 mcg) de B12.

Un buen suplemento de vitaminas y minerales puede ayudarte como otro pilar, tipo Supradyn.


RESUMEN:

Si puedes localizar una posible o posibles causas, mejor. Por ejemplo, para un estrés y ansiedad brutales, más magnesio y levadura de cerveza, mucha vitamina C natural y de suplementos, omega 3, etc. Si no, abrir el abanico, con alimentos y recetas que lo abarcan todo:

Té verde
Yema de huevo (desde el gigantesco estudio PURE de 2017, nos permiten uno al día). Fundamental para los neurotransmisores.
Aguacate
Brócoli.
Cúrcuma.
Sardinitas, frescas o en lata.
Gazpacho
Ensalada.
Cuando llegue el momento, si es que es necesaria, tomar Sinemet o Madopar en pequeñas cantidades y unida a la Mucuna con polifenoles del té verde (Teavigo).

Papá tiene hábitos nutricionales horribles. Come fatal, todo basura. Bebe refresco de cola y café nada más. Cuesta mucho trabajo cambiarlos. Insístele. Añade cosas para que poco a poco vayan haciéndose sitio en su dieta. Puedes ir despacio: añadir un tomate diario en forma de ensalada; una naranja, una manzana y un kiwi; una o dos zanahoria crudas o al vapor, etc.

Lo ideal es una dieta mediterránea con toques orientales (té verde, cúrcuma, jengibre, etc.). Lo "zero" o "light" es veneno neurotóxico (aspartamo). Quítaselo todo.

Un poco de tomate frito con cúrcuma y pimienta negra (proporción 5 a 1; si usas una cuchara de postre, una cucharadita de cúrcuma y la punta generosa de pimienta negra, más o menos). Es antioxidante, antiinflamatoria, limpia la glándula pineal que produce la melatonina, atraviesa la barrera protectora del cerebro: así que ataca los radicales libres y las moléculas proinflamatorias, eleva el glutatión…).

Sin agobios, pero sin dejarlo para dentro de unos meses o para el año próximo, porque tienes una oportunidad de oro.

Si no lo convences, lo va a pasar muy mal.

No te olvides de comprar los dos primeros libros del neurólogo del Dr. González Maldonado cuando aparezcan en 1997 y en 2004, "El extraño caso del Dr. Parkinson" (será el favorito de papá) y "Tratamientos heterodoxos en la enfermedad de Parkinson", que será tu favorito. Sí, ríete. Pero poco a poco dejarás de ser un neandertal, un cavernícola, para ir abriendo la mente a lo nuevo. Y dicen que los milagros no existen...

Si no me haces caso, te costará 26 años darte cuenta de esto y más de 50.000 horas de búsqueda y estudio, pero creo que entonces, ya podrás "matar de hambre" al Parkinson, no al enfermo. Pero no te confíes ni desperdicies el tiempo y el conocimiento precioso que se te ha dado. Muchos, muchos millones antes y ahora no tuvieron esa oportunidad.

Consúltalo todo con el médico y el farmacéutico. Quizás los neurólogos se rían o se enfaden. Era lo habitual en tu época, pero en la mía ya están abriendo la mente y dejan a sus pacientes probar si saben que no les hará daño. Una actitud valiente y humana. Osler estaría contento. Hipócrates también.

Un fuerte abrazo y mucho ánimo.

P.D.: Te adjunto el libro que escribiré en 2015. Sólo para tus ojos. Así podrás ahorrarle a papá vivir un infierno en la tierra. En 2020 hemos aprendido mil veces más de lo que sabes en 1994. No lo olvides. Hay luz al final del túnel."