viernes, 29 de noviembre de 2019

Café y Parkinson. Los efectos increíbles de esta bebida


Café y Parkinson. Los efectos increíbles de esta bebida.

(original 2015 / revisión 2019)

por Jesús Márquez Rivera

¿Qué sustancia o medicamento es capaz de prevenir el riesgo de Parkinson entre un 20 y un 70 % o puede retrasar la enfermedad hasta 8 años?

Aunque parezca increíble, el café es el responsable. Beber unas dos tazas diarias de forma habitual tiene estas propiedades extraordinarias que ningún medicamento ha logrado hasta el día de hoy. Y éstas no son afirmaciones hechas a la ligera, sino basadas en numerosos estudios publicados en las más prestigiosas revistas médicas.

Esto es un hecho estadístico, válido para la mayoría de la población.  Casi todo el mundo no puede dormir bien si bebe café demasiado cerca de la hora de ir a dormir.
Pero sabemos que a una parte de la población el café no le afecta al sueño. El café no es recomendable para todos los enfermos ya diagnosticados y tratados. Puede exacerbar los temblores, aumentar el nerviosismo, etc. Se debe consultar con el especialista. Existen decenas, cientos de alimentos y nutrientes beneficiosos además del café.

 


1. De la incredulidad inicial a un lento proceso de aceptación.

¿Unas tazas de café para prevenir el Parkinson? Hace 25 años, cuando le diagnosticaron la enfermedad a mi padre (1994), no lo hubiéramos tomado en serio.

Una década más tarde, cuando leímos estos datos en “Tratamientos heterodoxos en la enfermedad de Parkinson” (2004), del neurólogo Dr. Rafael González Maldonado, comenzamos a tomarlo en serio, pero seguíamos sin entender nada apenas. De hecho, hasta hace unos años no empecé a comprender algunas cosas que el café nos enseña sobre la enfermedad de Parkinson.


 



Tabla 1. La información de "Tratamientos heterodoxos..." que nos impactó.

    El café previene la enfermedad entre un 20 y un 70 % (Ascherio 2001; Sobel 2000; Ross, 2000, 2001).

    Si se padece, aún bebiendo café, se retrasan los primeros síntomas hasta 8 años (de los 64 a los 72). (Benedetti 2000).

    Entre los que no beben café nunca, se da 5 veces más la enfermedad. (Ross 2000, Hu 2007), etc.

 
Lo cierto es que no estábamos preparados para asimilar esta información tan revolucionaria para nosotros. Mi padre no lo hizo en sus 18 años de Parkinson diagnosticado. Y en mi caso, hasta que no comencé a escribir un libro sobre nuestras experiencias en 2015 y a revisar muchas veces los listados de estudios y a releer artículos y libros, no me di cuenta de su inmenso valor.

Durante mucho tiempo busqué en Internet, para mi padre, alguna panacea o una especie de fórmula casi "mágica" de algún lugar exótico (Amazonas, Tibet o algo así).

Ahora lo que más me sorprende es que lo tenía todo al alcance de la mano, pero no lo veía: en el supermercado, en la farmacia, en la herboristería...

¡Necesité casi 20 años!

 

2. ¿Por qué es tan eficaz el café?

La afirmación de que el café “previene” (o reduce el riesgo) el Parkinson es una verdad estadística, epidemiológica. Claro que hay personas bebedoras habituales de café con Parkinson, pero ya hemos visto que el café también les ayuda, retrasando bastantes años la aparición de los primeros síntomas. Ocho años no son pocos.

Una vez que aceptamos que era así (por los prestigiosos neurólogos que lo afirmaban en estudios y libros), la primera pregunta que nos hicimos fue: ¿Por qué? ¿Cómo puede ser que el café tenga estas propiedades?

La búsqueda posterior nos llevó a conocer que las sustancias responsables podían ser:

a) La cafeína. Casi todos los estudios atribuyen a este alcaloide las propiedades preventivas y medicinales en relación con el Parkinson. De hecho, el café descafeinado no protege del Parkinson (Ascherio, 2001).

La cafeína actúa de diversas formas:

- protege las vías dopaminérgicas y estimula la producción de dopamina. Al tomarse junto con la levodopa, el café es capaz de potenciar y prolongar sus efectos (Ferre 2001, Kartzinel 1976)

- antagonista de la adenosina, sustancia que reduce la liberación de dopamina. La cafeína se parece a la adenosina y compite con ella, actuando sobre los receptores de adenosina, pero sin activarlos.

- vasodilatador periférico (por eso una taza de café cargado es una buena solución de emergencia ante un ataque asmático, al dilatar los capilares de los bronquios). Pero actúa como vasoconstrictor de los vasos sanguíneos del cerebro y de la barrera hematoencefálica que lo protege, cerrando aún más el “filtro” ante las sustancias nocivas que haya en la sangre. No parece disparatado pensar que a lo largo de varias décadas, pueda tener un impacto positivo en proteger las neuronas de las zonas del cerebro donde se produce la dopamina.

 

Tabla 2. Contenido de cafeína y niacina (aproximado).

 
Taza de 150/180 ml.         Cafeína (mg.)            Vitamina B3 (mg.)

 
Café normal                    100-150                  2-3 (15 % CDR)

Café descafeinado                 2                       1  (5 % CDR)

 

b) La vitamina B3 o niacina.

La cantidad de niacina, ácido nicotínico o nicotidamida que contiene el café es diferente según la variedad y el proceso al que haya sido sometido (el tostado o torrrefacción eleva mucho la cantidad de vitamina B3 del café, el proceso de descafeinado elimina sobre un 40-50 % de la vitamina). Parece ser que el proceso de descafeinado no sólo priva a esta bebida de casi toda la cafeína sino también de una buena cantidad de la niacina. Las cifras son tan diferentes según las fuentes consultadas que hemos recurrido a los expertos en los estudios sobre el café. Los cafés italianos tienen 4 veces más ácido nicotínico que los americanos.

Unas 3 tazas de café al día, proporcionan un 30-40% de las necesidades diarias de vitamina B3. El café descafeinado contiene aproximadamente la mitad de ácido nicotínico que el café entero, debido a que los solventes clorados eliminan bastante trigonelina (en el proceso de tostado del café, la trigonelina -ácido metilnicotínico- se convierte en ácido nicotínico). Otros autores sitúan esta cantidad entre un 30 y un 53 % menos (Tepley 1957, Adrian 1991).

Teniendo en cuenta que la mayoría de la población es deficitaria en niacina y que para que nuestro organismo sintetice un 1 mg de esta vitamina necesita 60 mg de triptófano y una cantidad importante de vitaminas y minerales (nuestro organismo es muy ineficaz en este proceso), podemos suponer la importancia que tiene el aporte regular de niacina que proporciona el café a los bebedores habituales de dos o tres tazas diarias a lo largo de la vida.

Según las fuentes consultadas, las variedades de café con más vitamina B3 previenen la pelagra en zonas de America cuya dieta sigue basándose en el maiz (que apenas contiene niacina y ésta es poco disponible, a menos que se trate antes el maiz (cocción del maíz con agua y cal, como se hace en México).

Tan importante es la cantidad y eficiencia biológica de la niacina del café, que incluso se ha tratado con éxito la pelagra (enfermedad carencial de la vitamina B3) en Costa de Marfil con cuatro tazas diarias de la variedad C. arabica, rica en niacina y pobre en cafeína), que proporcionaban a los enfermos cada día 11 mg. de niacina y sólo 0,4 mg. de cafeína. En dos meses habían desaparecido casi todos los síntomas de la pelagra (Gounelle de Pontanel 1969, Adrian 1991).


c) Otros componentes. Entre los más de 1200 componentes del café, resulta una moderada fuente de algunos minerales como el potasio, el magnesio y el manganeso. Y contiene potentes antioxidantes como el ácido clorogénico y el ácido ferúlico (con propiedades antiinflamatorias).


3. Lo que nos confirmaron los numerosos estudios disponibles.

 

"Un capuchino al día... la cafeína puede mantener a raya la enfermedad de Parkinson", fue el título provocador de un artícullo publicado por RK Sobel en el año 2000.

Con el paso de los años, fuimos capaces de hacer algunas preguntas básicas, nada complicadas, después de observar juntos una y otra vez los estudios que conseguimos encontrar.

Y continuamos buscando información. Comenzamos a valorar los estudios.

 



Tabla 3. Estudios sobre el café (cafeína) y el Parkinson.

 
- El café es neuroprotector (Abreu 2011, Butt 2011).

- El café reduce el riesgo de padecer Parkinson entre un 20 y un 70 % (Ross 2000, 2001, Ascherio 2001, Sobel 2000).

- Entre los que beben café también hay Parkinson, pero retrasa los primeros síntomas, que aparecen 8 años más tarde (de los 64 a los 72). (Benedetti 2000).

- Entre los que no beben café nunca hay 5 veces más Parkinson (Ross 2000, Hu 2007).

- Tomado con la levodopa o con los agonistas dopaminérgicos, el café potencia su acción y prolonga el efecto (Ferre 2001, Kartzinel 1976).

- La cafeína no aumenta el temblor en las dosis recomendadas, no más de dos o tres tazas diarias (Koller 1987).

 

 

Tabla 4. Estudios sobre la vitamina B3 y el Parkinson.

 
- La dieta rica en vitamina B3 reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad (Fall 1992).

- Una dieta pobre en vitamina B3 aumenta el riesgo de Parkinson (Hellenbrand 1996).

- La vitamina B3 produce una mejoría en los síntomas de los enfermos (Kuhn 1993).

- Tomada junto con la levodopa, eleva los niveles de dopamina y prolonga sus efectos más tiempo (Black 1986).

4. Lo que nos enseña el café.

 
Me interesa tanto o más que esas propiedades casi milagrosas del café, lo que esta bebida tiene que enseñarnos.

Lo primero que hizo es abrirnos la mente, prepararnos para ver el Parkinson desde otros puntos de vista, enseñarnos a hacer de nuevo las preguntas básicas.

¿Cómo algo tan “sencillo” como beber un par de tazas de café diarias puede tener efectos tan poderosos sobre una enfermedad tan “compleja” como el Parkinson?

El café tiene más de 1200 sustancias. Seguramente la cafeína y la niacina sean las responsables de sus propiedades “anti parkinsonianas”, pero podrían colaborar algunas más, como el ácido ferúlico, o bien, muchas de ellas en conjunto (una especie de “protocolo” natural). La vitamina B3 del café es muy eficaz desde el punto de vista biológico.

Lo cierto es que el café supera en algunos aspectos a la medicación existente en la actualidad (2019), especialmente en la capacidad preventiva, y podría ser un excelente complemento de la levodopa, junto a las dosis adecuadas de vitamina C, B3, B9, silimarina, para reducir sus efectos adversos. Pero me temo que todavía quedan algunos años para que se den pasos decisivos en este sentido.

 

NOTA: Siempre debe consultarse con el médico o farmacéutico, porque el café puede ser perjudicial con ciertas enfermedades o medicinas. Aunque busquemos información para acelerar los cambios, sus conocimientos y experiencia son insustituibles. Venceremos al Parkinson con atrevimiento y valor, pero también con respeto y pragmatismo.

 

Listado de estudios mencionados en el artículo:

 

Abreu (2011). Chronic coffee and caffeine ingestion effects on the cognitive function and antioxidant system of rat brains. Pharmacol Biochem Behav.

Adrian (1991). Synthesis and availability of niacin in roasted coffee. Adv Exp Med Biol.

Ascherio (2001). Prospective study of caffeine consumption and risk of Parkinson's disease in men and women. Ann Neurol.

Benedetti (2000). Smoking, alcohol, and coffee consumption preceding Parkinson's disease: a case-control study. Neurology.

Black (1986). Nicotinic acid or N-methyl nicotinamide prolongs elevated brain dopa and dopamine in L-dopa treatment. Biochem Med Metab Biol.

Butt (2011). Coffee and its consumption: benefits and risks. Crit Rev Food Sci Nutr.

Fall (1999). Nutritional and occupational factors influencing the risk of Parkinson's disease: a case-control study in southeastern Sweden. Mov Disord.

Fuxe (2001). Adenosine receptors and Parkinson's disease. Relevance of antagonistic adenosine and dopamine receptor interactions in the striatum. Adv Neurol.

Gounelle de Pontanel (1969). Café et Santé: la place du café en diététique. Bull. Acad. Nat. Médecine.

Hellenbrand (1996). Diet and Parkinson's disease. II: A possible role for the past intake of specific nutrients. Results from a self-administered food-frequency questionnaire in a case-control study. Neurology.

Hu (2007). Coffee and tea consumption and the risk of Parkinson's disease. Mov Disord.

Kartzinel (1976). Studies with bromocriptine: III. Concomitant administration of caffeine to patients with idiopathic parkinsonism. Neurology

Koller (1987). Caffeine and tremor. Neurology.

Kuhn (1996). Parenteral application of NADH in Parkinson's disease: clinical improvement partially due to stimulation of endogenous levodopa biosynthesis. J Neural Transm.

Ross (2000). Association of coffee and caffeine intake with the risk of Parkinson disease. JAMA.

Ross (2001). Current evidence for neuroprotective of nicotine and caffeine against Parkinson´s disease. Drugs Aging.

Sobel (2000). A cappuccino a day ... caffeine may ward off Parkinson's disease. US News World Rep.

Tepley (1957). Influence of roasting intensity on the niacin content in coffee (En: Adrian (1991). Synthesis and Availability of niacin in roated coffee).

Tepley (1957). Nutritional evaluation of coffee including niacin bioassay. Coffee Brewing Institute.

AUTOR: Jesús Márquez Rivera. Proyecto "Parkinson aquí y ahora".